El gobierno de Inglaterra ve muy peligroso el crecimiento de las obligaciones crediticias de los británicos (135%) que se acercan a valor crítico (165%).  Esto puede afectar seriamente la economía del país. Según los expertos,  el motivo de este fenómeno es la gran subida de los precios de los inmuebles en Inglaterra que no se corresponde con los ingresos de los británicos lo que les obliga solicitar ayuda crediticia.

Los analíticos creen que esta situación es  consecuencia  de la crisis política en Ucrania.  Las sanciones impuestas por UE han provocado desestabilización económica de Rusia, por lo que muchos rusos quieren invertir sus capitales en inmuebles en extranjero, sobre todo Inglaterra. Justamente ellos han causado el aumento de la demanda y la elevación de los precios que se vuelven inaccesibles para los británicos.

Ante el temor a que se cree una nueva burbuja inmobiliaria, el banco de Inglaterra introdujo un paquete de medidas. Se impusieron  requisitos duros para la concesión de hipotecas. Los bancos no podrán conceder más del 15% de sus nuevas hipotecas residenciales mediante préstamos que superen en 4,5 veces el salario anual del solicitante. Según algunos expertos, estas medidas no son suficientes y proponen otros con el fin de incrementar los tipos de interés y estimular el mercado crediticio.

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